Cierre al tráfico de la Corredora. Los ilicitanos, por lo general, se muestran a a favor de que la calle Corredora, en pleno centro de la ciudad, siga cerrada al tráfico rodado los sábados y domingos. Consideran que la medida adoptada atrae a más gente, ayuda a revitalizar la zona y favorece al comercio, además de reducir la contaminación. Sin embargo, entre los comerciantes las opiniones siguen divididas.
El cierre al tráfico de la calle Corredora seguía creando ayer diversidad de opiniones, sobre todo entre los comerciantes de la zona. Sin embargo, entre los ciudadanos, la mayoría apuesta por que esta arteria principal siga sin circulación los fines de semana.
El pulso en la calle está dividido entre los propietarios de los comercios, pero no lo parece tanto entre los vecinos, que por norma general se muestran a favor de que la calle Corredora siga cerrada al tráfico durante los sábados y domingos porque da más vida y ambiente. Juan Manuel Mulero está a favor del cierre porque considera que "atrae a más gente al centro y el comercio se ve beneficiado", además, cree que para el tráfico rodado no es un problema que no se pueda circular por la Corredora los fines de semana porque "tiene alternativas".
De la misma opinión es Pascual Serrano, que piensa que el centro debe seguir cerrado a la circulación, al menos los sábados y los domingos "para que la gente se pasee porque eso es bueno". Asunción Cayuelas también piensa igual y añade que " si se escapa un niño es un peligro que haya coches y así cerrada está mejor". A todo esto, según esta vecina, hay que añadir que "el cierre atrae a más gente al centro, que es lo que todos queremos para revitalizar esta zona".
Para María Asunción Galiana, como "el aparcamiento en esta zona está tan mal, es mejor venir andando y, por lo tanto, creo que el centro debe seguir cortado los fines de semana". Ella considera que "el centro debe ser una zona de recreo".
Manuel Espinosa es de la opinión de que "no es una molestia el cierre y es una forma de que la gente no se vaya a los centros comerciales". Así también lo cree Loli Alcañiz: "Esto puede hacer que la gente no se vaya a las grandes superficies a comprar porque aquí viene, está al aire libre y es mucho mejor", afirma. Otro vecino de Elche, José María Juan, ve mal que se vuelva a abrir al tráfico la Corredora porque "los centros históricos deberían estar abiertos a los ciudadanos" y añade que a él no le gusta tanto tráfico en el casco histórico de la ciudad.
Opiniones encontradas
En cambio, entre los comerciantes las opiniones están divididas. Hay quien está a favor de que la Corredora no registre un trasiego de vehículos los fines de semana. Es el caso de Yolanda Pérez, dependienta de una tienda de complementos y bisutería. Para ella, la calle debe seguir cerrada al tráfico rodado porque así "la gente puede pasear de forma más tranquila y vienen más personas al centro, lo que es bueno para los comerciantes", otra cosa es que la gente compre, pero Pérez afirma que cuanta más personas se acerquen al centro más posibilidades hay de que entren a un comercio y compren.
Sin embrago, Pascual Agulló, también comerciante, está en contra de que la Corredora permanezca cerrada los fines de semana y aboga por que se vuelva a abrir al tráfico. "El cierre nos perjudica a los comerciantes", mientras que añade que "la gente no tiene que venir a pasear sino a comprar". Además, para este comerciante, en el centro de la ciudad faltan infraestructuras de ocio "como cines" para atraer a los ilicitanos. Otra de las carencias que no están ayudando a revitalizar la zona, para Agulló, es la falta de aparcamientos. Él considera que "si hubiera aparcamientos cercanos la gente vendría más al centro". Reconoce que la crisis ha restado mucha afluencia de clientes, pero considera que el tráfico por la Corredora es mejor para el comercio del centro de la ciudad.
Último fin de semana con la calle sin vehículos
Este fin de semana es el último en el que la calle Corredora estará cerrada al tráfico, según anunció el viernes el edil de Fomento, Emilio Doménech. La medida se puso en marcha a finales del pasado mes de octubre. Durante dos fines de semana la céntrica arteria del casco histórico se cerró desde las once de la mañana a las dos de la madrugada los sábados y desde las once de la mañana del domingo a las doce de la medianoche. El tercer fin de semana el cierre los sábado pasó a ejecutarse a partir de las tres de la tarde y se ha mantenido durante toda la Navidad hasta hoy.
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