Un bus interactivo con poco eco

El uso del servicio público a tiempo real. Saber lo que tardará en llegar el autobús a cada parada antes de salir a la calle forma parte de una realidad, en marcha desde hace cuatro años, que todavía parece no haber llegado del todo a los oídos de los ilicitanos. Subidos al bus, un servicio que contó con once millones y medio de usuarios en 2009, se confirma que la mayoría de la gente sigue fiándose del reloj o de la suerte para esperar a su llegada.

ANA FAJARDO
En pleno siglo XXI, coger el autobús ya no es sólo un sinónimo de estar a favor de preservar el medio ambiente, sino que esta práctica resulta a día de hoy más que repetida por los ciudadanos por cuestiones de comodidad. Y es que, en Elche, en 2009, once millones y medio de usuarios utilizaron el transporte público, según Ángel Andreu, adjunto a la gerencia del servicio, y está previsto que este año se llegue a los doce millones.
De esta manera, las paradas de los autobuses se convierten cada día en el lugar donde personas de todas las edades suben o bajan, inician o finalizan su marcha. Y, también, es el sitio donde otros tantos pasan varios minutos a la espera de subir al bus que les conducirá a su destino.
Sin embargo, en Elche una pequeña parte de los usuarios que más frecuentan este medio de transporte utilizan internet o el móvil para averiguar el tiempo que tardará el autobús en llegar a cada parada.
Pese a que este sistema lleva cuatro años implantado en Elche, todavía son muchos los que siguen usando el método tradicional y, como toda la vida, aguardan en la parada sin saber si su autobús ha pasado o sin conocer el tiempo que tardará en volver a llegar. O, al menos, esta es la conclusión a la que se ha podido llegar recorriendo varios trayectos en bus, junto a decenas de usuarios que utilizan el servicio público.
En lo que llevamos de año, según Ángel Andreu, se han contabilizado un millón de consultas al servicio de información de tiempos, incluyendo internet y móvil. Una vía rápida que se caracteriza por tener un público jóven y conocedor de las nuevas tecnologías. "Antes de salir de casa, entro en la página web y para ver el tiempo que tardará en llegar el bus a mi parada y cuando faltan tres minutos, bajo y no tengo que esperar en la calle pasando calor o frío", señala Álvaro Campello. No obstante, no todos los jóvenes conocen este sistema y utilizan sus propios trucos para que la espera no se haga interminable. "Como cojo esta línea todos los días a la misma hora, controlo bastante cuando tengo que ir a la parada para no esperar demasiado o que no se me escape", señala María Díaz.
La falta de información sobre el sistema interactivo es una de las principales causas, señaladas por los usuarios, que hacen que las consultas a tiempo real quizás no hayan obtenido una respuesta aceptable, teniendo en cuenta el alto volúmen de personas que suben cada día al autobús. "En las paradas simplemente está puesta la página web (www.auesa.es), pero no te dicen que existe la posibilidad de conocer los minutos que faltan para que pase el autobús, ni tampoco el número de teléfono al que se tiene que mandar un mensaje para saber cuando llega", lamenta Carlos Valero.
Entre otras de las razones por las que el método interactivo no ha calado de lleno entre los ilicitanos se debe a que la mayoría de las personas que utilizan el transporte público pertenecen a la tercera edad. Según el adjunto a la gerencia, un 38% de los usuarios que han subido el autobús en lo que resta de año está representado por los jubilados.
"A nosotros el ordenador e Internet nos queda un poco lejos, llevo cogiendo este autobús toda la vida y ya sé el tiempo que voy a tener que esperar, o en las paradas que hay paneles informativos puedes saber los minutos que faltan para que llegue", apunta Vicenta Mollá.
Con todo ello es posible palpar los distintos métodos que emplea la gente para trasladarse en el medio de transporte púbico. Bien por medio del móvil, o por internet, a través de los paneles informativos, ubicados en algunas paradas, o fiándose del reloj, las cifras han demostrado que el autobús urbano sigue ganando adeptos entre los ilicitanos.

Información