Los semáforos dispondrán de unos sensores para priorizar el paso del autobús urbano en los cruces semafóricos. Este sistema se ha incorporado en la línea D de forma experimental y se quiere extender al resto de líneas para fomentar un transporte público más competitivo, rápido y respetuoso con el medio ambiente, ya que se reducirá, también, el consumo de combustible.
Con la intención de fomentar el uso del transporte público, el Ayuntamiento y la empresa concesionaria del servicio están implantando un sistema que priorizará el tránsito de los autobuses en las intersecciones reguladas por semáforos. La medida, funciona ya de forma experimental en la línea D, donde se ha actuado en el 50% de los semáforos, logrando reducir entre dos o tres minutos un recorrido en el que habitualmente se invierten 54 minutos. El mecanismo consiste en un sistema de sensores que detectan la llegada del autobús, que permitirá mejorar la frecuencia de paso del autobús, reducir tanto los tiempos de recorrido, como las frenadas y arranques y el consumo de combustible.
En la línea D, se han conseguido mejoras que podrían alcanzar un ahorro de 20.000 litros de gasoil al año y reducir en 54 toneladas la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. La intención es que antes de final de año este sistema se haya implantado en todas las líneas. El coste de adaptación de cada semáforo asciende a los 1.500 euros. Esta medida deberá venir acompañada de la mejora de la accesibilidad a las paradas y el aumento de carriles-bus, de los que la ciudad tan sólo dispone entre cinco y seis kilómetros.
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