Fin de la Semana Europea de la Movilidad

Reivindicar el uso del transporte alternativo

Una semana entre las 52 que conforman el año no es mucho, pero su efecto sobre el medio ambiente y el transporte urbano puede ser considerable si, después de más de una década, se sigue apostando por dejar aparcado, si es posible, el vehículo privado. Al menos, ésa es parte de la filosofía que impulsa la "Semana Europea de la Movilidad", que finalizó ayer con la celebración del "Día sin coches", en el que los autobuses abrieron sus puertas para acoger, de forma gratuita, a un número superior al habitual de usuarios, y en el que la Corredora volvió a cerrarse al tráfico.
En cualquier caso, los protagonistas de esta edición fueron el autobús híbrido, que recorrió los barrios de la ciudad desde el jueves, y las bicicletas. Éstas últimas se adueñaron de Elche el sábado, cuando participaron en las rutas cicloturista y ciclonocturna por la ciudad y sus pedanías. Y centraron parte de la jornada de ayer a través del recorrido de exploración por el circuito de carriles bici, en el que participaron una treintena de ciclistas, y la mesa redonda en la que se debatió sobre su lugar en el espacio urbano en el Centro de Congresos.
Jeroni Rico, miembro de Margalló-Elx en bici, la entidad que impulsó estas iniciativas, precisa que, en este paseo, pasaron por las afueras y el centro de la ciudad mientras explicaban su funcionamiento y analizaban sus deficiencias. "Queremos descubrir algunos de sus problemas, como los que generan los coches en doble fila en Carrús, y seguir dando a conocer las ventajas de este medio de transporte", señala.
Y en este mismo sentido se manifiesta Antonio Hernández, responsable de BiciElx, el servicio de bicicletas de alquiler, que atrajo a casi dos centenares de personas y sumó una quincena de nuevos usuarios a los 433 ya existentes en los siete días que abrió su carpa informativa junto al Centro de Congresos para tratar de echar a rodar el transporte alternativo.


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